Desde tiempos muy antiguos la Lavanda y el Incienso (Olíbano) son usados en rituales y ceremonias como protectores, purificadores y neutralizadores de energías.
La Lavanda posee la propiedad de neutralizar energías negativas transformándolas en positivas logrando equilibrio y armonía.
El Olíbano atrae la energía positiva y es limpiador de ambientes.El humo sagrado de ambas fragancias reviven un poderoso protector del hogar.